Tengo que describir el pequeño pero divertido pachangon de posada navideña que tuvimos el día de ayer 16 de diciembre.
Todo empezaría a las 5 de la tarde,
pero como toda buena pachanga y más siendo posada empezó dos horas más tarde,
por aquello de que faltaban preparar cosas, y esperar a que llegara la
concurrencia, en fin sin más ni menos por ahí de las 6:30 de la tarde nos
dispusimos a pedir posada con una canción totalmente desconocida para todos,
hasta para la que consiguió las hojitas de los canticos, creo que era la versión
Chicoche del cantico, después de un rato de lidiar con el ¨chipi chipi¨ (a si
le dicen en Tabasco, a una lluvia ligera) de la lluvia y mantener las velitas
encendidas que por cierto encendían solo con la técnica del churrito de mota,
decidimos pasar a la canción de posada que ¨todos conocian¨ como mi hermana
estaba cargada con un bodoque que tarareaba noche de paz, y que al mismo tiempo
se quemaba con la vela, redujeron ¨los de adentro¨ la acción de la canción
hasta donde dice que todos van para dentro, después de haber entrado ¨los
niños¨ (los padres de tales) decidieron romper una de las dos piñatas, la que
tenía forma de pinito mal podado, pues no consiguieron la habitual de picos, y
nos conformamos con un puños de Bob esponja y la del pinito, sin más rodeos yo
y uno de nuestros vecinos nos subimos al segundo piso a mover la piñata, sin
embargo con la obscuridad del piso a mi relevo de movedor de piñata se le
atravesó una maceta, pero nos entretuvimos mas en soportar el peso de la piñata
que estaba rellena de naranjas tamaño toronja y cacahuates, que dejaron más
descalabrados que ¨niños felices¨, después de rolarnos como tres veces a cada
chamaco la mendiga piñata no tenía rasguño alguno, entonces baje a hacer el
trabajo sucio, pero los tramposos de los padres me vendaron los ojos, pero ni
así pude romper la piñata, el segundo al mando en mover la piñata se hizo de
romperla manualmente, el dato curioso es que era una piñata de cartón con 5
milímetros de grosor, eso explicaría porque no la rompimos, sin más ni menos
colgamos al gay de Bob esponja para darle en su jefa, está a diferencia del
pinito era más ligera y menos gruesa, y como viles tramposos era exclusiva de
los ¨grandes¨, los chamacos se quejaron, pero al tener un rato de risa con las
víctimas, optaron por dejarlos romperla, mas yo quien era su verdugo, el último
en pasar fue mi santo padre, quien tramposo dejo ceder a los demás para ser el
último y para poder romperla a sus anchas jalándole meramente que el hilito al Bob
y romper la piñata, pero las Rocaletas dejaron unas cuantas cabezas rotas a
todos, después de tan divertido rato, decidimos cenar algo que no me acuerdo
como se llama pero tiene queso, jamón, mayonesa y pan Bimbo, junto con sopa de macarrones,
y para los mocosos unas banderillas, después mi hermana junto con una vecina
(la maleante mayor), como toda buena aves de rapiña recogía los cacahuates restantes
del suelo, en lo que mi padre cuidaba al maleante menor, que como reo del penal
del sur, se quería escapar a la calle de entre las rejas de la puerta, sin más
ni menos detalles que no quiero o tal vez no me acuerdo, recogimos y nos fuimos
a escuchar a san Granier, (en ese momento estaba programado un informe estatal)
que no dijo mucho, así que nos fuimos a echar una buena jeta.
Bien que está a sido una de las
mejores, creo la primera posada a la tabasco.
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Las entradas pertenecientes Bitácora
DEEF representan anécdotas, crónicas, historias, o relatos de ciertos eventos
en la vida diaria del autor en turno, por lo cual pueden contener fragmentos no
comprensibles para el público en general.
(Versión reeditada,
correcciones de redacción y ortografía realizadas el 11/07/2015)
(Versión reeditada,
correcciones de redacción y ortografía 11/07/2015)
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